El textil contemporáneo y la protección de la creatividad en México - I. Someone Somewhere
En 180º creemos en la necesidad de alimentar nuestra conciencia sobre lo que está pasando en el mundo de la moda, el textil y el proceso de producción de los productos que ofrecemos en la tienda.
Desde hace más de cinco años nos comprometimos a introducir el cambio por 180º, de dar una vuelta de “fast fashion” a “slow fashion”, colaborando con varias marcas y diseñadores mexicanos.
En esta serie de posts en el Blog 180º vamos a hablar sobre el proceso de producción, trabajo con el textil y los elementos que propician la creatividad en México según los emprendedores y diseñadores de la nueva generación de la moda nacional.
En la primera entrada sobre los temas mencionados, el equipo de Someone Somewhere nos introduce al proceso de creación, producción y la amistad que mantienen con sus colaboradoras, las artesanas de las comunidades indígenas en los estados de México, Puebla, Oaxaca y Chiapas.
"Colaboramos con 121 artesanas en cuatro regiones del país, Estado de México, Puebla, Oaxaca y Chiapas."
Desde hace más de una década Kike, Toño y Fatima, los creadores de la marca y amigos de la preparatoria, iniciaron sus viajes a las comunidades indígenas en el estado de Puebla. Desde entonces no han dejado desarrollar su interés en el conocimiento sobre el trabajo de las artesanas. Años después, durante sus carreras en la Universidad Iberoamericana, empezaron el proyecto que tuvo como objetivo principal apoyar a cinco artesanas de Naupan, Puebla y meses después se convirtió en Flor de Mayo, una empresa pequeña que ganó varios premios y fondos económicos en México y los EEUU. Gracias a este dinero la empresa creció y en 2016 recibió su nombre actual. El equipo abrió la oficina en la CDMX e incrementó el impacto social iniciando la colaboración con el total de 121 artesanas en cuatro regiones del país, Estado de México, Puebla, Oaxaca y Chiapas.
Durante nuestra plática, Fátima Álvarez, una de las fundadoras de Someone Somewhere quien ahora es la Directora de Impacto, mencionó y subrayó el poder del emprendimiento social y la necesidad de mantener la relación cercana con las comunidades, el hecho de reconocer sus nombres y el papel de las mujeres, quienes generalmente son las que mantienen sus hogares día a día, mientras sus esposos trabajan y viven en las ciudades más grandes.
"El proceso de escanear todos los diseños y realizar los catálogos con la información relacionada a cada diseño y su historial es la parte fundamental de nuestra colaboración con las artesanas."
El proceso de producción de cada prenda de Someone Somewhere empieza en la oficina por parte del equipo de diseñadores quienes trabajan con las guías – catálogos iconográficos con todos tipos de bordados ofrecidos por las artesanas. A través de un estudio de tendencias de estilo y colores de cada temporada, el diseñador creativo hace una propuesta de modelos, tomando en cuenta el tiempo y la logística de bordado de los detalles para poder realizar el pedido a tiempo. Las partes bordadas se recogen en las comunidades y se entregan a los talleres en la CDMX, en donde se realiza el ensamble de las prendas. Someone Somewhere trabaja con varios talleres grandes en la ciudad donde producen las prendas y accesorios para sus colecciones. La decisión de colaborar con manufactureros de la ciudad fue tomada con la intención de no sacrificar la calidad de los productos, mantener todos los estándares internacionales y enfocarse en los detalles, como buenos cierres y telas inteligentes, entre otros.
En cuanto a la protección intelectual de los bordados, Someone Somewhere se comprometió de escanear todos los diseños y realizar los catálogos mencionados arriba, con la información relacionada a cada diseño y su historial. “Esta es la parte fundamental de nuestra colaboración con las artesanas porque las comunidades mantienen las tradiciones de enterrar a sus miembros con todas sus pertenencias o quemarlas al momento de entierro, lo cual es riesgoso para el futuro de la existencia del bordado artesanal”, explica Fátima.
Dado esto, Someone Somewhere mantiene el acuerdo de confianza con todas sus colaboradoras de las comunidades. La protección intelectual legal no existe y los bordados únicos de SS permanecen solamente para los proyectos de la marca. Fátima nos comenta que por el momento no hay la posibilidad de registrar todos los bordados al nombre de la empresa, “Cada bordado es distinto porque es único lo cual dificulta mucho el proceso de registro”.
Las artesanas obtienen su salario al momento de entregar el pedido de los bordados lo cuál significa que la vida cotidiana de las mujeres no depende del flujo de la venta de los productos finales y les permite hacer una planeación financiera. “Las artesanas ganan 50% más de lo que ganarían si vendieran la misma cantidad de trabajo en el mercado local”.
"Los elementos que considero el motor de la creatividad en nuestro país son, necesidad, tiempo, el hecho de vivir en el país sin muchas reglas."
Para facilitar el trabajo de los bordados y fluir los pedidos se estableció el banco de materiales en Naupan, Puebla, para que las artesanas tengan el acceso constante a los productos cuando se les haga el pedido nuevo.
Los elementos que ella considera el motor de la creatividad en nuestro país son, necesidad, tiempo, el hecho de vivir en el país sin muchas reglas donde hacer negocios y realizar las ideas es relativamente fácil y factible, y, lo más importante, el emprendimiento social, lo cuál es el más grande propósito de su trabajo.