Cada una de nuestras colecciones nace de una meditación prolongada sobre la vasta historia de México y su lugar en el presente, a la vez que desea determinar la manera en que será vista en el futuro: marcar sus legados y expresar sus ambiciones. En el corazón de nuestras prendas anidan los recuerdos de la infancia que Cancino pasó en el sur de México, con sus costumbres y usos, donde la ropa cumplía una función que desbordaba el abrigo y el atavío, y cubría todas las interacciones sociales: las vestimentas determinaban la posición de sus portadores, sus orígenes y sus posibles caminos; eran marcadas por la ocasión y se llevaban siempre con el orgullo de la
identidad.